Retro fifty

Dolce&Gabbana

Happy es una perrita de Nueva York y creyó que mis gafas no estaban a la moda. De un golpe en seco las partió por la mitad. Eran unas Ray-ban de pasta.
Fui a por otras, el modelo clásico estaba en catálogo y me sentaba bastante bien pero la chica de la óptica, Marián, me conoce. Sacó las gafas de gato más chulas que eh visto nunca. Realmente las otras me favorecían más pero es que eran irresistibles.